El panorama de las bodas cambió drásticamente durante la pandemia y los rituales matrimoniales se adaptaron a las nuevas normas. Si bien las ceremonias remotas ganaron prominencia en 2020, surgió una tendencia más amplia: los matrimonios por poder, incluso a través de fronteras internacionales. Las uniones virtuales se han convertido en un medio de compromiso para las parejas que enfrentan barreras legales, como las parejas del mismo sexo en países como China y Filipinas, donde el matrimonio entre personas del mismo sexo sigue siendo ilegal. Pero, ¿pueden estos matrimonios por poderes servir efectivamente a propósitos de inmigración? Profundicemos en los detalles.
Desmitificando los matrimonios por poderes
Un matrimonio por poder implica una dinámica distintiva en la que un miembro de la pareja está físicamente ausente durante la ceremonia matrimonial. En cambio, un apoderado designado, a menudo un oficiante o un representante, reemplaza al participante faltante. En las bodas virtuales, la ceremonia se produce en un lugar específico con el oficiante físicamente presente, mientras ambos socios participan de forma remota.
Las complejidades de los matrimonios por poderes
La viabilidad de un matrimonio por poderes depende de una interacción matizada de las regulaciones locales y estatales. Navegar por estas complejidades legales se vuelve primordial, dado que algunos matrimonios por poderes obtuvieron validez únicamente bajo restricciones relacionadas con la pandemia, que tal vez ya no se apliquen a medida que estas restricciones se alivien gradualmente. Es crucial subrayar que los matrimonios por poderes suelen ser innecesarios para los ciudadanos estadounidenses que se casan dentro del país, con excepciones notables, como el personal militar. En particular, Montana se destaca como un estado que reconoce los matrimonios por poderes.
Matrimonios por poderes e inmigración
Para que un matrimonio por poder obtenga el reconocimiento del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE. UU. (USCIS), el matrimonio debe consumarse a través de relaciones físicas después de la ceremonia. Es importante señalar que cualquier consumación anterior, incluso si da lugar a hijos, no cumple con este requisito si es anterior al matrimonio. Para establecer la autenticidad del matrimonio, se recomienda a las parejas que presenten pruebas de su relación antes de la ceremonia, lo que mejora la credibilidad de su unión.
Para fundamentar un matrimonio auténtico implica presentar una declaración jurada y una prueba tangible de la unión física posterior al matrimonio. Los documentos de respaldo, como testimonios escritos, fotografías conjuntas, itinerarios de viaje y recibos de alojamiento, son invaluables. En medio de la pandemia, los destinos turísticos populares suelen servir como puntos de encuentro, ofreciendo evidencia de reunificación física después de la boda.
Los destinos internacionales abiertos a los turistas estadounidenses incluyen Egipto, Kenia, Tailandia, Grecia, México y más. Sin embargo, es vital mantenerse actualizado sobre las restricciones de viaje y relacionadas con la pandemia, en constante cambio, específicas de cada país. Las condiciones tanto del país anfitrión como del país de origen pueden influir en los planes de viaje y las reuniones en persona.
Antes de cualquier intento de celebrar un matrimonio por poder, es fundamental tener un conocimiento profundo de las leyes locales y estatales. Ciertas jurisdicciones exigen la presencia física para el reconocimiento legal del matrimonio. Actualmente, Utah es el único estado que permite ceremonias totalmente virtuales, siempre que el oficiante se encuentre dentro del estado. Esto ofrece una opción viable, especialmente para parejas que atraviesan fronteras cerradas durante la pandemia y tienen la intención de solicitar una visa conyugal.
Para parejas en las que uno de los miembros de la pareja está fuera de los Estados Unidos pero tiene la libertad de salir de su país de origen, la Visa K-1, comúnmente conocida como visa de prometido. visa, es un camino prometedor. Siempre que el matrimonio se produzca dentro de los 90 días, esta opción facilita la transición al estado de casado. Sin embargo, obtener un permiso de trabajo y conseguir un empleo puede llevar mucho tiempo con este enfoque.
Al establecer la naturaleza legal y genuina del matrimonio, la fase posterior implica solicitar una tarjeta verde, un camino hacia la residencia permanente. Con su amplia experiencia, Boundless ha apoyado a numerosas parejas en este proceso. Explore los recursos integrales disponibles para asegurar su futuro juntos.